Este año me he licenciado en matemáticas, y durante los 5
años que he estado estudiando todo el mundo me preguntaba por qué estudiaba
matemáticas, y yo siempre respondía lo mismo: porque no me gusta que me
mientan.
Cuando iba a primaria me dijeron que para restar dos números
el de arriba tenía que ser mayor que el de abajo y si no no se podía, años
después en la E.S.O. me enseñaron que no, que los números eran positivos o
negativos y que yo podía hacer perfectamente 2-5 y me daba -3. Ese mismo cursó
aprendí a hacer raíces cuadradas y me dijeron que solo podía hacer raíces cuadradas
de números positivos, así llego la segunda mentira, porque otra vez cursos más
tarde en bachillerato aprendí que podía hacer raíces de números negativos y que
la raíz cuadrada de -1 era un número imaginario llamado i. Así que imaginaros como pase el resto de cursos preguntando
siempre si de verdad no se podía hacer algo o simplemente no me lo querían/podían
explicar en ese momento. Por eso decidí estudiar matemáticas para ver qué cosas
se podían hacer y cuáles no, y os aseguro que la mayoría de cosas que se os
ocurran se pueden hacer.
La otra de las preguntas comunes cuando sabe la gente que
estudias matemáticas es que para que sirven, y es una de las preguntas que creo
que se deberían contestar mejor en los colegios e institutos, porque es una de
las razones por la que los alumnos le tienen esa manía a ciertas áreas de las
matemáticas, porque no saben para que sirven. Y esta es una de las cuestiones
que voy a intentar resolver en este blog, para que sirven las ecuaciones, los
límites, las matrices...y sus aplicaciones en el mundo real.
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